jueves, 13 de octubre de 2016

Letanía del Summum ius AN



Letanía del Summum ius AN 



A la torera y desconociendo a las miles de personas que, democráticamente, eligieron a los asambleístas de Venezuela, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) dictaminó, la noche del martes pasado, la autorización para la aprobación unilateral, por parte del Presidente de la República, del presupuesto nacional 2017; argumentando el presunto "desacato" de la Asamblea Nacional por ante algunas sentencias del máximo órgano judicial. Ejemplo de ello es el referido al estado de excepción, el nombramiento de los diputados de Amazonas, el decreto de emergencia económica y demás designios de la cúpula chavista.

El TSJ mostró en la praxis como opera la famosa máxima del aforismo latino: Summum ius summa iniuria el cual, se traduce como "sumo derecho, suma injusticia" o "a mayor justicia, mayor daño", relativo a la aplicación de la ley que puede convertirse en
una indecente forma de injusticia. El máximo tribunal de la nación desacata la voluntad nacional de la mayoría utilizando estratagemas leguleyas para imponer la voluntad política del gobierno. Y es que hace añooos el presupuesto nacional y la riqueza de Venezuela se han manejado en la endogamia del grupito de los poderosos y otros osos… que mejor me silencio.

Se muestra ante el país como el miedo y “el mucho que esconder” del poder en Venezuela, en materia económica, obliga a hurtadillas y tras bastidores, a inventar desacatos legales que traerán mayor hambre y crisis económicas, amparados en el presupuesto nacional.
Un gobierno que insiste en no dar explicaciones ¿cómo habla de paz y de dialogo cuando usa sus cuotas de poder, rodilla en tierra, como el TSJ, en contra de la ley y la gobernabilidad nacional?


Esta medida es ilegal y generaría un caos grave al dejar al país sin presupuesto de ingresos y gastos. En lo sucesivo todos los actos administrativos del Ejecutivo serán írritos si movilizan una sola locha del gobierno. ¡Hay papá, ¿si fuésemos serios cuantas multas y amonestaciones ya existirían? Están dejando al país sin posibilidad de mover una puya legalmente y ¿ellos? ¿los responsables? La historia dirá… ¿Y las pensiones, sueldos de funcionarios, créditos, deudas, pagos a proveedores internacionales? Pero qué cosa más
grande la vanidad del poder, la soberbia del mandamás, el miedo a las cuentas claras, la ocultación de la rapiña nacional… y pare usted de contar… Quedan listos para ser sancionados todos los involucrados en semejante patraña legal-administrativa.

Parecería que el ejecutivo nacional rojito no aprendió mucho de su predecesor en materia de economía y derecho. Si algo caracterizó al presidente anterior fue el mostrar la Constitución como apoyatura de su acción gubernamental, cantada y recitada a cada tramo de sus largos y fastidiosos discursos-teatros. Los chavistas extrañan al hombre de la boina, porque si algo les trasmitía a sus seguidores era poder y seguridad en las acciones. Hoy, con la soga del hambre amarrando al país y los casos más espeluznantes de acoso ante la
oposición y el pueblo, la estabilidad democrática se tambalea en puntos críticos cuando un organismo invade al ámbito de competencia de otro, como escudos de sectores de poder político. Cuando quienes hacen las leyes y los que deben hacerlas cumplir están en conflicto, solo el caos de la gobernabilidad gana la batalla y el pueblo…, siempre el lado flaco y débil paga la cuenta… ¿Hasta cuándo Venezuela? ¿Hasta cuándo bravo pueblo? ¿Hasta cuándo… Señor?


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