miércoles, 10 de septiembre de 2014

De Aroma, sabor, gerencia y Ratatouille


    

De aroma, sabor, gerencia y Ratatouille:

Diez aderezos empresariales desde el arte cinematográfico para una empresa exitosa    

    


    

Confieso mi predilección histórica por los gatos y como ustedes supondrán, y suponen bien, gatos y ratas han sido comprobadamente o de vez en cuando. Sin embargo y a pesar de las imposiciones de la madre naturaleza, me topé, de pronto, con una humilde rata francesa llamada Rémy, dotada de un agudo
sentido del olfato y gusto que me resultó una aliada exuberante para referirme a las claves sustanciosas del liderazgo, la jefatura y la gerencia. Con ellas, he podido estructurar una deliciosa y exótica ensalada gerencial, constituida por algunos principios generales, salpimentados con una suerte de jugo epistemológico que hará de su degustación un fascinante encuentro entre el arte de cocinar y el de gerenciar empresas exitosas, a nivel global.


Sin duda, los empalmes entre arte y ciencia son mis preferidos, pues algo de artístico hay en la ciencia, tanto como grandes verdades se encriptan en el arte. En este maravilloso delta entre gerencia y cine se nos revela la película Ratatouille. Dicho film, versa sobre la historia de una extraña rata, de nombre Rémy, que impone a su naturaleza y al habitad cotidiano de su familia, su talento diferencial y su poderosos deseo de innovar en la cocina
para convertirse en un chef gourmet. Ratatouille es una película de animación por computadora producida por Walt Disney Pictures y Animation Studios, fue estrenada el 29 de junio del año 2.007 y resultó un éxito de taquilla. 

Rémy, quien se convertirá en el CEO de las hornillas, vive en el ático de una casa francesa con su hermano Emile y una colonia dirigida por su padre Django, máximo líder de la madriguera. Sin embargo él, dejó de cumplir la modesta tarea impuesta por su padre de ser el analista de alimentos envenenados, usando sus dones en la preservación familiar y contra todo pronóstico, aspiró a convertirse en un gran chef gourmet, lo que equivale a ser el máximo jefe o gran gerente en el decadente restaurant Francés, del reconocido y recién fallecido chef Auguste Gusteau. 

Para los que adolecen de una vasta cultura en materia de división de trabajo y jerarquía culinaria es vital esclarecer que un Chef es el equivalente al CEO corporativo, pues pertenece a la casta de los grandes jefes. De esta forma, la controversial rata cocinera se desliza a partir de un conjunto de aventuras, peripecias, riesgos, peligros, descubrimientos y entramados que dan cause a una trama de exquisito vigor gerencial en París, lugar donde nuestro personaje descubrió, como su legítimo hogar, sólo después de asumir el
riesgo de dar el gran salto hacia el cambio. Rémy se esfuerza por trasegar entre las peligrosas hazañas alimenticias de la alta cocina que desarrollará en canónica coordinación y cooperación con Alfredo Linguini, un perdedor de oficio, sin más arte que el de la equivocación perenne que encarnará, en su propia existencia, un secreto organizacional de gran relevancia. 

La historia de Rémy está llena de causalidades y sorpresas que no siguen una secuencia lógica lineal, ni responden a la sucesión simple de causa-efecto. Por el contrario; la rata chef es una productora increíble de caos pues su sola presencia contraviene toda norma, racionamiento o racionalidad tradicional. De hecho, su propio aliado estratégico Linguini, dirá alarmado, varias veces a lo largo de la trama: 

-Debo estar loco hablando con una rata:- Este comentario desafía cualquier oportunidad de lógica o de comportamiento medianamente racional o científico o más bien, que responda a los cánones normales del sentido común. Quizás, el reto de la gerencia del siglo XXI y el de los tiempos venideros es poder desafiar las viejas costumbres y las formas de hacer y comprender, tanto en el plano gerencial, como en la nueva epistemología de la gerencia, donde aún se esperan grandes invenciones y las reformas necesarias para engrandar el mundo global de las organizaciones en pos del desarrrollo. De esta manera, una epistemología gerencial con sensibilidad artística, humana y con la altura ética para la promoción y la preservación de la vida planetaria, esté encriptada a
manera de velo finísimo a lo largo y ancho de este trabajo cinematográfico.

Sin embargo, no pretendo aburrir al ocupado lector con la narración y la irritante disertación epistémica y doctoral de esta película infantil, la cual invito a disfrutar en compañía de grandes y chicos, para iniciar sin más demora la presentación, a manera de platillo finamente armado y ahumado, tras las redes cinematográficas, de las claves gerenciales del Ratatouille gerencial que, por cierto, sugiero acompañar con una buena dosis de autocrítica constante, reforzamiento positivo; tanto propio, como ajeno, de la mano de una bandeja rebosante de suficiente ratatouille para soportar con estoicismo los arañazos del cambio.


1. Los dones no bastan para alcanzar el éxito. El don resultante de una caridad está allí, sin más esfuerzo del receptor que el de poseerlo y ser su tenedor. Para que el don se exprese en forma manifiesta y cinética se requiere esfuerzo personal e impele acometer el ejercicio del trabajo duro. Sólo con una gimnasia diaria y un encomiable esfuerzo individual podrá el tenedor, hacer visible su don con un resultado extraordinario; como la lechuza de Minerva que alza el vuelo en la noche callada de Atenas derramando su sabiduría. Sin embargo, la manifestación del don individual no garantiza una mejora organizacional. Para que éste se
dé, los dones individuales requieren de institucionalización, de la metamorfosis de una inteligencia individual y tácita, hacia otra inteligencia colectiva que se revierta en un quehacer constante que brinde éxitos empresariales. Para que los dones del personal, sean de los grandes jefes o tan sólo del personal subalterno, se amplifiquen y bañen el entramado organizacional, este don individual debe emanciparse a partir de un esfuerzo gerencial exponencial y convertirse en ventaja o fortaleza lo que requerirá esfuerzo gerencial. Imaginen cuantas buenas intenciones, labores bien hechas, bellas perspectivas se han desaparecido por la cañería del sin razón empresarial simplemente por la falta de gerencia. Rémy, sobre la cabeza de Linguini y en una cocina que intentaba mantener su condición de “gran restaurant de Paris” logró conseguir la oportunidad para mostrar su talento, a partir de una capacitación y esfuerzo constante. Tal como lo muestra la película, los ensayos y prácticas se realizaban en la casa del lava platos hasta lograr las destrezas que le permitió el gran salto hacia la fama. Ni los dones, ni la inspiración bastan para lograr el éxito empresarial, si no se acompañan de trabajo duro y de una cultura que potencie el éxito.



2. Ética, familia y solidaridad: “No somos cocineros, pero somos familia, di lo que tenemos que hacer y dalo por hecho”. Con estas palabras Django padre de Rémy y líder del clan de las ratas apoyará a su hijo en la difícil tarea de cocinar la noche de la gran presentación ante Anton Ego, el crítico que ya había hecho perder una estrella al restaurant de Gusteau. La cooperación es fundamental para alcanzar el éxito organizacional, particularmente, la que proviene de la familia por las sacudidas emocionales que se
suceden sobre el gerente. La fuerza interior de un jefe puede inspirar, motivar y mover exitosamente a una organización ante la turbulencia y las adversidades, muchos más la que imprime la familia cuyos lazos genéticos y afectivos son de largo plazo. Gracias a la fidelidad, cooperación y apoyo familiar, tanto Rémy, como su Socio Linguini lograron sus objetivos al contar con su propio negocio, ser chef y poder innovar en la competida gastronomía de Paris.



3. Paciencia para soportar la diferencia: Las organizaciones inteligentes y la gerencia analizan la diferencia para encontrar una nueva oportunidad, deslastrándose de los atavíos de los convencionalismos y de las tradiciones arcaicas. La novedad es un aderezo maestro a lo largo de la trama del film cuando inicialmente Linguine recurre a la rata como aliada estratégica para mantenerse en su trabajo a pesar de las incontables mordidas y rasguños en su cuerpo, pues aún, ambos, no armonizaban en el trabajo conjunto. Incluso, Colette Tatou, la cocinera de carne y de pavo, única chica
de la cocina del restaurante recordará fiel a la filosofía de Auguste Gusteau la máxima de “cualquiera puede cocinar”. Hay que tener paciencia con la diferencia pues en ella se podría esconder una clave para el éxito. Un buen gerente aprende a tolerar los diferenciales culturales, las nuevas modas y costumbre, los lenguajes, la innovación tecnológica y fundamentalmente las grandes diferencias humanas desde las razas, hasta los variados puntos de vista. El nuevo líder podría llegar a ser una rata, tal como Rémy le enseñó al mundo.



4. La coordinación y cooperación como las claves del éxito: Aún en postmodernidad y con el hacha del Transhumanismo rozándonos el cuello, seguimos pensando que el mejor negocio siempre tiene su principio y su final en la economía, la tasa de ganancia y la ampliación de mercados. Si bien es cierto que la dimensión económica es vital para una empresa, no es menos vital que las relaciones entre la gente, determinan la sinergia y la buena vida organizacional. Si la cooperación no es mayor que el grado de competitividad entre las fuerzas vivas de una empresa, la organización morirá más aceleradamente porque la verdadera energía que impulsa la acción empresarial es la cooperación; y los talentos no emergen sin una maya institucional sólida, tejida desde la coordinación y cooperación humana. La cooperación y coordinación existente entre la rata, sobre la cabeza de Linguini, constituyó la clave del negocio y de la fuerza del cambio en el futuro y novel restaurante llamado Ratatouille. No era el más grande, pero si era el más visitado.


5. Secreto organizacional: La mística, el misterio y la religión representan el espacio oculto, velado e incognoscible de toda organización. Los humanos son cajas de secretos, tanto como lo son las organizaciones. La vida empresarial se moviliza complejamente entre antinomias, esclarecimientos y secretos, ocultaciones, tanto propios, como ajenos; individuales y colectivas. Toda gran empresa encripta un gran secreto, hasta el punto y
momento en que el manto de la verdad corre su vuelo y comparece. Lo numinoso coincide con el misterio en cualquier parte y el tino para gerenciar la paradoja que produce lo incognoscible es, sin duda, parte vital de la conducción de empresas. Allí, se encriptan las claves de la información, la comunicación y la acertada toma de decisiones. 

Dos grandes secretos comparecen en la cocina francesa de Gusteau: el primero, es la historia familiar. El Chef Gusteau dejó descendencia con una empleada de su restaurant y falleció sin conocer este secreto, por tanto y de acuerdo a los documentos de su testamento, la herencia del restaurant recaería sobre el Sub chef Skinner, hasta tanto no apareciera algún otro heredero que cambiará el testamento original. Será también en este contexto que el gran esfuerzo, vitalidad y sabiduría de la rata chef modificará el curso organizacional del restaurant y de la vida de todos los miembros de la organización. El segundo secreto se encripta en el proceso medular del negocio y está referido a la identidad del chef que recautivó la atención de los críticos y del público en general en el desprestigiado restaurant del chef Gusteau, en Paris. El heredero y el genio cocinero en llave exegética. No se pierda el desenlace de estos dos grandes secretos en Ratatouille…¡Vale la pena!


6. Cualquiera puede cocinar o gerenciar: En verdad cualquiera que cultive el talento, la mejoría continua, la responsabilidad y las ganas de promover cambios positivos en colectivos empresariales puede ser jefe, tanto en una cocina francesa, en la presidencia de la república de Venezuela, como en un comité de una arcaica junta de condominio. Finalmente y si la libertad es nuestro envoltorio más común todos somos los jefes de nuestro destino de una u otra manera. Allí radica la esencia del poder. Ser u chef y gerenciar se asemejan porque son actos humanos que requieren cualidades y capacidades símiles a la hora de su ejercicio y de asumir altas responsabilidades que siempre afectarán a los demás. Sobre la base
de este lema tanto Rémy la rata, como Colette Tatou lograron acoplar una cocina común, para ratas y humanos. Además, la naturaleza de las cosas está en armonía con la voluntad de cambio, por tanto, el hecho que Rémy fuese una rata no impidió que logrará su visión de cocinar, innovar y crear. -No quiero robar, quiero inventar-. Éste, fue el ideal del pensamiento del futuro chef de Paris. La gerencia requiere mucha vocación y desde ésta, el candidato a gerente va mejorando su desempeño en la medida que los retos se asomen con fuerza a través de la jerarquía organizacional y prueben sus nuevos talentos.


7. La justa crítica: Criticar es un arte, tanto como el de realizar un oficio, una tarea, una obra maestra o construir un mundo. El arte de la crítica acompañan al poder, tal como sabiamente lo mostrará el crítico de Ratatouille con su célebre disertación que catapultó a unos y enterró a otros. Fue una crítica profunda y despersonalizada, como debe ser una verdadera y científica critica, sin buscar más
beneficios personales que los que otorga la magistralidad de la realización. Pues criticar el arte es una obra de arte tanto como es un acto político, económico, social. La buena o mala crítica puede destruir o emancipar a una empresa tanto en su interior como en su entorno. La crítica amplia mercados, afecta a la competencia, a los aliados estratégicos, es la base de la publicidad y finalmente de las finanzas. Mientras más escaso es más costoso y la crítica apunta a ello. 


8. La espiritualidad como guía de la inteligencia: En Ratatouille la espiritualidad cruza el eje conductor de la trama confundiéndose con psicología y psiquiatría. Empalmes entre la imaginación y el misterio dan curso a la amplia conexión entre el protagonista principal Rémy y Gusteau. Es en el marco de este dialogo exegético, en que tanto el fantasma, como rata logran sus
consumación en una conversión hacia la mejora y la justicia. El Gusteau consigue que su herencia retorne a manos de su hijo perdido y desde el más allá o desde la fantasía animalesca alienta, orienta, apoya y esclarece el entendimiento de Rémy ante lo que es, lo que desea y las correctas acciones para alcanzar su cometido. 

-Pero tú nunca has mentido-; le advierte sabiamente el fantasma a la rata en el momento del deliberado cautiverio. Se trata de un punto cumbre de la obra pues el protagonista Rémy asume su condición de jefe del restaurant más allá de sus propias limitaciones, debilidades y de su comprensión de existencia. Se muestra el pensamiento reflexivo en conexión con el misterio y la espiritualidad.


9. No mate la rata, viva con el enemigo adentro: El caos es la rata en el restaurant de Gusteau. Nos clausuraran sentencio sin ambages Skinner. Muchas veces las organizaciones poseen enemigos interno y externos y dependerá de las capacidades del gerente y de la propia organización saber utilizar al oponente en beneficio propio. Alfredo Linguini aprovecho el hecho que le mandaron a deshacerse de la rata para hacer de este acto su ventaja
competitiva. Caos y azar son parte de la vida de un buen gerente. Los enemigos son fuentes de oportunidades si se logra deponer el miedo, los fracasos y las debilidades humanas. La gerencia no es una guerra donde todo oponente deba ser asesinado. Vivir con el enemigo adentro es parte de la vida gerencial, tanto como la política.


10. El amor de creer y de enseñar: El amor flota en la tierra, en cualquier parte o momento y comparece en medio de las organizaciones. Son amores de todos los tipos y tamaños: el familiar, el de pareja, al saber y al intelecto, a la creación propia o ajena, a la belleza, a la madre, al pasado, en fin; amor al amor. Ratatouille es, en esencia, una película que le canta al amor. El amor oculto de Gusteau, el amor a la invención y a la comida de Rémy y Anton Ego, el amor al dinero de Skinner, el amor al otro de
Colette Tatou y Alfredo Linguini, el amor a la familia del padre de Rémy. Son muchos amores lo que nos brinda Ratatouille. Es a través del amor de pareja que nace de las fabulosas casualidades del encuentro que comparece el amor a la maestra, una forma de amor muy común y hasta natural ya que la maestra se muestra como madre sustituta, con lo cual se reproduce la confianza, la seguridad bases del conocimiento. El amor mueve al mundo y hace que una pequeña y débil semilla se convierta en un frondoso árbol.


Hasta este punto, querido lector, he podido acompañar tal pueril, excitante y refrescante perspectiva gerencial. Todos los que practicamos el arte de la gerencia sufrimos de la compulsiva necesidad de la transformación organizacional y encontramos en nuestro entorno infinitos elementos para promover el cambio, para
aprender y ensayar nuevos caminos en este empinada y larga travesía. La gerencia es un arte difícil y no sólo la ciencia es una aliada estratégica. Hay muchos recursos que se encriptan en el arte, particularmente en el cinematográfico que los esmerados guionistas y directores nos revelan diariamente desde diversos espacios. 

Una excelente empresa no es más que una obra de arte de alto nivel, en la cual, el artista-gerente la recrea diariamente. Finalmente, este film es un llamado a la ética cuando invita a sus espectadores a un cambio hacia una vida digna, familiar, creativa,
cooperativa, llena de tolerancia hacia las diferencias existentes en la sociedad de hoy y está enmarcada en una poderosa perspectiva ecológica, pues siendo el personaje principal una rata, se da un espaldarazo a todos los animales, cualquiera sea su origen, asumiéndolos no sólo como parte del mundo humano, sino como protagonistas “geniales” de lo que acontece en nuestro pequeño planeta tierra. Particularmente, coincido con el lema del chef Gusteau, pero acotando que “cualquiera puede escribir”…Los invito a la gerencia y al arte en cualquiera de sus encumbrados y escarpados caminos…

II. De postre: frases célebres de Ratatouille para la gerencia.

Preparen la ensalada como una obra maestra. Rémy

Lo único predecible de la vida es que es impredecible. Rémy

Quiero una fresca, clara y nueva perspectiva. Anton Ego

Tú eres el jefe, inspíralos. Colette Tatou

Ese fue el final, mi última palabra, la última palabra. Anton Ego

¿Tengo que preocuparme? Talon Labarthe el abogado de Skinner

Cómo te atreves a hacer algo tan monumental como cocinar en mi cocina. Skinner

Lo nuevo necesita amigos. Anton Ego

¡Sorpréndeme! Anton Ego




 

III.       Galardones de la película Ratatouille

Premios Óscar

Año
Categoría
Persona
Resultado
2007
Ganador
2007
Jan Pinkava
Jim Capobianco
Brad Bird
Candidatos
2007
Candidato
2007
Randy Thom
Michael Silvers
Candidatos
2007
Randy Thom
Michael Semanick
Doc Kane
Candidatos

Globos de Oro

Año
Categoría
Persona
Resultado
2008
Brad Bird
Jan Pinkava
Ganadora

Premios BAFTA

Año
Categoría
Persona
Resultado
2007
Brad Bird
Jan Pinkava
Ganadora