Trompicones de
poder en Aragua
o la historia
de una revolución
Ampliamente difundido, documentado y
extendido que desde los tiempos de la Guipuzcoana la presunta rivalidad de la
partidocracia es sólo cuento de hadas para niños y niñas, a los fines de
mantener a los incautos descerebrados, insuflados con banderas patrias, para a
la hora de dar y acoger la orden de ir a votar por el poder de turno en
la urna electoral. Dan
cargos, dinero y controlan la libertad. Ni modo? Pues el poder está en relación
directamente proporcional a los reales y al control de la chequera fiscal.
Pero, no quiero ahondar en esto, pues rojos, blancos y verdes municipales
siempre se sientan en las mesas del cabildo y terminan en fraternales acuerdos
que llevan suculentos regalitos en metálico, siempre por debajo de la misma
mesa, donde minutos antes, se insultaron y a la vista de todo el público, se
despedazaron ideológica y políticamente. Esta es la historia del compadrazgo
político en los municipios de Venezuela y de muchos oscuros rincones de América
Latina y del mundo desde hace centurias.
Se trata de los acuerdos de los
poderosos sobre el lumpen proletariado que toma la decisión y tienen el poder, tan
sólo por un día; el día de las elecciones. Pero mi historia es distinta, como
dice la ñangara canción, no voy a hablarles de los políticos y concejales
venezolanos comunes cuyos actos son ya, para todas las comunidades, tan
hartamente conocidos. Voy a contarles la historia de un ser de otro mundo, de
una niña galáctica, es una historia querible, amable, besable la de Julieta
Janeth Guasare Herrera-Rodríguez Acosta de los Tenorio de Cagua, prima hermana
y contemporánea con la rozagante Beatriz Herrera Guasare, alias
Frescolita de Turmero.
Julieta no es dulce, ni con buenos modales,
como su educada prima Beatriche. Por el contrario, dicen que su emparentamiento
con el General Sucre, varias generaciones atrás, la caracterizaron por su mal
carácter y su sed de justicia a cualquier precio. Es una mujer que el poder lo
escribe con su puño y letra. Una tarde, en la esquina de la ferretería Fayad,
en Cagua, un grupo de camionetas y motos, con dotes de caravana
casi la matan
al moverse a una increíble velocidad. Ella cayó al suelo, su cuerpo sufrió
moretones y no se puede decir que se asustó porque ella no conoce de sustos. Es
un sentimiento que está fuera de su cuerpo. Despidió la bicicleta dejándola en
la orilla del camino y partió hasta los cuerpos de seguridad del pueblo
narrando su historia, buscando justicia a cualquier precio. .jpg)
Mientras los abogados hablaban con la
abuela y con el resto de la familia de las estrategias de la denuncia ante el
agravio a la nena, Julieta llamó a todos sus amigos del liceo y de la
universidad. Explicó que necesitaban un cambio de ciudadanía. Así comenzaron
entre todos a organizar foros, reuniones en todas las cuadras, caseríos,
barrios y urbanizaciones. Un trabajo agotador que empezaba con el alba hasta
alta horas de la noche, estructurando estrategias para mejorar la vida en común
de la gente de Cagua y sus adyacencias. Así, el pueblo comenzó a organizarse y
a realizar
actividades de limpieza, seguridad, deporte, ambiente, salud,
lectura y actos culturales y hasta se formaron brigadas de vigilancia de día y
de noche, custodiando todos los rincones del pueblo con el consabido sistema de
inteligencia para la seguridad, organizado con todas las chismosas y entrépitos
del pueblo, que mire, como hay muchos, y quedó estructurado perfectamente, de
tal forma y manera, que eran la envidia de la CIA y la KGB, juntas. En poco
tiempo, nadie solicitaba la cooperación, ni la ayuda de las autoridades del
Municipio pues
la auto sostenibilidad integral de las comunidades de Cagua fue
de tan perfecta organización que no fue necesaria, nunca más, la intervención
del gobierno. Es sistema de gestión vecinal y comunitario fue envidiable en toda Aragua y en Venezuela
también..jpg)
Yo sudaba copiosamente y el pecho
estaba acelerado. La escena
me retumbaba en el cuerpo como aguijoneándome la
vida. En esta condición de angustia y desasosiego medité que el poder es una
posibilidad propia, individual, es el imperio de cada quien. No hay motivo
verdadero para que cada sujeto no construya una realidad que le permita,
conscientemente, amar u odiar a los otros. Se trata de una decisión y
convicción personalísima.
Nadie tiene poder sobre otro, si ese otro, no se lo
permite. La organización comunitaria es una necesidad y un trabajo que no está
teñido, ni de falsas ideologías, amarres de partidos o a los millardos de los
ricos, sean del gobierno o privados. Eran las tres de la madrugada y no pude
llamar a Julieta Guasare. Me recosté pensando en estas cosas de ahora, en el
odio sembrado entre los
venezolanos, en el poder que tenemos de amar, mientras
miraba extasiada la danza de una chicharra saltarina entre los brazos de mi
lámpara de terciopelo. Pensé, en mi tía abuela Luna Libertad, jefa de la
revolución en San Mateo y en lo mucho que hacen falta buenos líderes en
Venezuela en estos momentos.![]() |
Dile no al racismo contra el blanco y contra el negro |
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Dile si a la PAZ de Venezuela en Libertad, Igualdad y Justicia |
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Todos estamos trasnochados en Venezuela |
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Pensamos en buenos Líderes |