miércoles, 22 de septiembre de 2021

Reto literario para los que desean la práctica de una buena narrativa

   

Reto literario para los que desean la práctica de una buena narrativa

Los invito a mantener una narrativa de calidad, tanto en tus escritos, como en tu empresa a través de la práctica sostenida con este bonito Robot de cuerda...



Escribir te permite:

1. Facilitar la argumentación.
2. Es saludable pues ejercitas la mente.
3. El que escribe lee lo cual es buenissimo para la vida.
4. Libera tu mente de odios y malas energias. Las historias más intensas devienen de sentimientos muy intensos.
5. Escribir es vital para los dedos impide la artritis.


Después seguimos y 


CRUENTUS

 

CRUENTUS

Por: Johana Padrón

Relato elaborado en el marco del Taller de Literatura Creativa 
del Instituto Nacional de Canalizaciones 2021



Son las 6:00 de la mañana y suena a todo pulmón el xilófono, tilín tilín a través de la radio antigua, que se encuentra en una esquina de la mesa de madera, en la cocina de la casa. Tilín tilín, anunciando que el noticiero Radio Rumbos había comenzado, con su característico lenguaje coloquial, muy pintoresco, anunciaba las noticias relevantes del día; al unísono rechinaban los barrotes de metal de la escalera de la casa, producto del golpe que les infringía una niña de 6 años, quién trataba de emular el tilín tilín, y que repetía cual lorito, Notirumbo informa; así de lunes a viernes, ese era su despertar cada mañana durante las vacaciones escolares, en aquella ciudad andina.

     Un día hubo un pequeño pero significativo cambio con esa rutina, la abuela se quedó dormida, eran las 7:00 am. No sonaba la radio, la niña desesperada por el aburrimiento, busco una tiza en el baúl de su abuela y se fue al patio de la casa, dibujo un avión de tiza en el piso y se propuso a jugar el popular pisé, ella saltaba de un lado al otro, contenta, intentó volver a saltar  y observó que los números habían desaparecido, eran letras, la niña leyó con terror Cruentus vocablo en latín que traduce en castellano: Sangrientos… y cómo si fuera un eclipse lunar total, el sol se volvió de medianoche, el cielo se tiño de rojo, pudiéndose observar la luna de sangre.

     La impresión que sufrió la niña fue tan grande que se desvaneció sobre aquel manto de tiza… segundos más tarde un olor pestilente y putrefacto la despierta, hace frio, mucho frio siente que su saliva es gruesa, gélida, que sus piernas no son de carne y hueso, son de osmio, tan pesadas, tanto que le cuesta dar el paso. El paisaje es lúgubre, tenebroso, mucha gente pasa a su lado, pero no la perciben, es una procesión, las personas murmuran, es cómo si rezarán, eso parece, pero sin entender cómo, entiende lo que dicen, ellos hablan en latín, una lengua muerta. La niña reconoce el lugar, lo ha visto, lo vio, en una postal en el famoso baúl de su abuela. Aquileia, una antigua ciudad romana, al norte de Italia, en el mar adriático al borde de las lagunas, la postal tenía una imagen, un pueblo bonito lleno de árboles altos como pinos inmensos eran Cipreses, decía Aquileia Patrimonio de Humanidad, Unesco, y por el otro lado, manuscrito : “Miseriis Humanis”. Cruentus.

     La niña estaba en Aquileia, el frio la hacía chasquear sus dientes aun de leche, sus manos temblorosas, sus ojos impávidos, sólo observaban, ella seguía caminando cómo parte de la procesión. Como si fuera una letanía las personas repetían: Miseriis Humanis, Mors Ultima Linea rerum est. Morituri te salutant. (Miserias Humanas, la muerte es el final de todas las cosas, los que van a morir te saludan). La niña temblorosa recorría las ruinas de la ciudad, pasaba entre las personas que repetían y repetían esas frases, eran cómo cánticos religiosos. A medida que avanzaba se sumergía en la penumbra, en la oscuridad del bosque, su olfato comenzó a percibir un olor a naranja y limón, era bergamota, una flor italiana, pero ese olor se mezclaba con un fuerte olor metálico, que no lograba descifrar hasta que una escena escatológica se develo en su camino, era un cuadro dantesco, decenas de cuerpos mutilados, masacrados, desmembrados, yacían a cada lado de la trocha del bosque, todos postrados bajo la luz de la luna de sangre, todos tenían letreros manuscritos en latín, con una leyenda:  Narcissism… (Narcisismo), Actor, nacido en cáncer, adonis, mujeriego, soltero, infiel. Él morirá por su Narcisismo. Condenado a una muerte con vitriolo… el vitriolo es un sulfato, que lo utilizaban para hacer que la tinta de las plumas se fijara al papiro o al papel… y al tener esa tinta componentes altamente venenosos, los grandes “caballeros” invitando a su enemigo, lo solían poner en una copa de vino tinto y sin violencia alguna, sin lucha aparente y pactando paz ante el tañido del choque de sus copas, después del primer sorbo, disfrutaban ver retorcerse en una muerte casi instantánea, a su opositor.

Invidia… (Envidia), Político, nacido en Géminis. Condenado a una muerte por desollamiento, consistía en remover cada milímetro de piel de la persona. De una manera muy lenta, siendo una muerte sanguinaria y extremadamente dolorosa.

Eran cuerpos y más cuerpos, letreros y letreros, miserias humanas, sacrificios, castigos, descripciones de pecados, y sus condenas a muertes, en la hoguera: encendidos en fuego con vida hasta que sus carnes se incineraran y se volvieran cenizas, polvo eres, polvo te convertirás; lanzados a las bestias: en una lucha mortífera, sin escapatoria contra los leones despiadados, hasta ser desmembrados y devorados. En la rueda: amarrados a una rueda de piedra giratoria, mientras un verdugo les infringía golpes certeros a su cuerpo, quebrando cada hueso, hasta que por fin la muerte se apiadará del pecador, otorgándole el último aliento.

Los cuerpos adornaban el camino de tierra, como si fueran troncos provenientes del territorio de Hades, el Inframundo.

La niña cuyo paso era el de un autómata, comenzó a balbucear en un perfecto latín: Pater Noster, qui es in Caelis, sanctificetur nomen tuum adveniat regnum tuum fiat voluntas tua...pero su rezo se enmudeció cuando frente a sus ojos vio tres astas de madera, tan altas que parecían acariciar la luna de sangre. De cada asta pendía una persona, eran tres sentenciados a muerte.

En la primera asta, una mujer de tez morena, estatura alta, esbelta, muy atractiva. Su vestimenta denotaba que descendía de un alto linaje. En sus pies estaba clavado el fatídico letrero, que al traducirlo al castellano decía: abogada, nacida en escorpión, impulsiva, temperamental, soltera, dueña de la verdad. Ella morirá por su Terquedad. Condenada a morir bajo la gota china. Pena de muerte, que consistía en inmovilizar a una persona en decúbito supino —tumbado boca arriba—, de modo que le cayera sobre la frente, una gota de agua fría cada cinco segundos. ​ Tortura que produce un dolor físico lacerante y enajena mentalmente a la persona, hasta causar su muerte.

En la segunda asta, una mujer de tez blanca, estatura baja, escéptica, realista, de una belleza relativa, contextura media. En sus pies no podía faltar su letrero: economista, casada, madre de tres hijos, dudaba de todo y de todos. Nacida en Tauro. Ella morirá por su desconfianza. Condenada a morir en la horca, una soga se amarrara al cuello de la persona, haciendo suspender su cuerpo hasta el estrangulamiento, cuando la asfixia no permita la llegada del oxígeno al cerebro.

En la tercera, un hombre de tez morena, cabello corto muy crespo, poco agraciado físicamente, soñador, inteligente, contextura delgada. En su letrero se leía: atleta elite, lo fueron a robar y le dieron un tiro, lo cual lo dejo lesionado de por vida, profesor de educación física, padre de cuatro hijos, no ha tenido suerte en la vida. Él morirá por su rencor. Condenado a morir por lapidación: la persona será amarrada, cubierta con un manto y una multitud a su alrededor le lanzará piedras, hasta que uno de los golpes que le infrinjan sea mortal.

La niña estaba petrificada, su lengua le ardía, su saliva tenía un sabor metálico, era sangre, su boca se llenaba de sangre, los ojos casi sin vida de la niña comienzan a llorar, lágrimas rojas, lágrimas de sangre, la niña casi sin voz, repite la frase que la multitud a su lado coreaba como un canto sagrado, un canto mortal: " Morituri te salutant".. Los que van a morir te saludan... El aliento de la niña se desvanece, el oxígeno comienza a faltarle, la niña se arrodilla en su charco de sangre, de frente a los tres condenados a morir y dice: soy yo, yo estoy muriendo, ustedes son mis miserias humanas, la terquedad, la desconfianza y el rencor...los que van a morir te saludan...

La niña despierta de un sueño profundo, cómo si hubiese estado en un coma inducido, abre sus ojos, y está acostada en el patio de la casa de su abuela, arriba del manto de tiza, del juego de pisé con los números escritos. Su abuelita acaricia su rostro y preocupada le pregunta: " ¿Rosaly, estás bien?, te encontré aquí, desmayada"... La niña responde: si abuelita, solo fue una terrible pesadilla, ya pasó.

La niña toma la mano de su abuela y la acompaña a la habitación. La abuela le dice: Querida nieta, cuando tengas edad ve a este hermoso pueblo, es una ciudad italiana se llama Aquileia...

La niña aterrorizada observa la postal en la mano de su abuela, es la imagen de Aquileia, y por la parte posterior se lee: " Miseriis Humanis". Cruentus...

 FIN

 Johanna Padrón