domingo, 5 de abril de 2015

Las Aguas Benditas de Venezuela y el Congreso de Alnubis



Las Aguas Benditas de 
Venezuela y el Congreso de Alnubis





Mi colega de asuntos gerenciales la Lic. Alnubis Diaz me ha solicitado que la acompañe en una de esas innovaciones suyas, con florido aroma venezolanista. Venezuela es una tierra mágica y lo digo en sentido ampliado, con sus miserias y espectacularidades. Ella, me invitó a una ponencia en su I
Congreso de Creencias, a celebrarse en Caracas, en la Facultad de Farmacia, de la Universidad Central de Venezuela; y yo, gustosamente acepté la propuesta. Lo hice por dos motivos y creo menester aclarar, pues la base de la ciencia social es completamente humana, controvertida y mística.

Primero, no hay mayor reto para la ciencia en el siglo XXI que la sombra que produce la religión. Pensar a Dios, o mejor dicho, la “idea de Dios” es desquiciante y completamente
movediza. Lo numinoso opaca la luz del entendimiento. Si el medioevo se desgranó en letras para explicar el sexo de los ángeles, la modernidad ignoró el misterio y se conformó con una “versión simplista de la verdad” cuando miró para otro lado, ante el comparecimiento del ente[1]. No hay mayor reto para la inteligencia científica que la sombra de la religión. La razón científica no ha podido dar cuenta cabal del misterio de la religión, su importancia y sustentabilidad, acompañada del gran adelanto tecnológico del presente.

Segundo, acepte la ponencia porque siendo católica y venezolana, hay cosas que me gustan de esas dos maletas que llevo conmigo. De la primera, “la Virgen María”. Imaginen,
lectores, su sufrimiento, explicándole a su marido José, que por cierto había salido de viaje, siendo casi veinte años mayor que ella, que su embarazo era un verdadero milagro, cuando sus hijastros eran casi de la edad de ella (Santiago y Judas). Explicarle a su marido que un ángel se lo anunció. Convencerlo que su barriga era alada, venida del cielo y que además, traía al salvador de la tierra. En ese entonces, no había prueba de ADN, no se conocía el genoma humano, la fertilización in vitro y menos los OVNIS, para decir que el ángel de la anunciación era un extraterrestre que le había hecho todas esas operaciones a la Sra. María. Un sufrimiento
que sigue vivo hoy en Venezuela y que se palpa a diario cuando nuestra cotidianidad nos muestra la imagen de dolor tan perfectamente recreada por Miguel Ángel en la escultura
preciosa de La Piedad del Vaticano[i] o Pietà. EL sufrimiento sin parangón, la madre con el cadáver del hijo en brazos. Brutalmente castigado por su pueblo. La mayor pérdida del amor. El corazón destruido para siempre…Un lugar de dificultoso retorno pues nunca más se recupera el alma.


¡Cuidadito, curas y católicos frenéticos! Que mis metáforas y símiles son grandemente respetuosos pues quiero y respeto mucho a la Virgen María, por tanto, no os ofendáis por nada de lo dicho. Si retirásemos todos los secretos de la vida de María, igual seguiría siendo para mí, una Virgen pues quedó, perfectamente patentada su maternidad, su abnegación y amor en la tierra. Estas virtudes enlentecen a las mujeres elevándolas a la categoría de portadoras del milagro, la vida y ascensión. Éste, es un drama de ellos… la contracción de la mojigatería religiosa entre maternidad y virginidad que los tres últimos siglos ha intentado resolver en la vida de las mujeres, es un hecho. ¡! La virgen María siempre será el epilogo de todas las virtudes!!

En cuanto a la segunda, ¿cómo entender la venezolanidad fuera de los arquetipos de la magia y la religión? Afloran nuevos misterios, como la bella mujer de manto blanco en la
cabeza, sentada en la silla de oro, en cuyo espaldar se mostraba el rezo del “Ave María” en lengua Caribe, como santo y seña de la comunicación exegética patentada en la hierofanía acuática de la piedra que recogió el Cacique Caribe Coromoto, ante su aparición. Roca que hoy preserva la Iglesia Católica bajo siete llaves y que la hacen llamar el “relicario de la Virgen de la Coromoto”. Una mujer presuntamente de rasgos europeos, con un niño indígena sentado en su regazo. Una poderosa llamada al sincretismo étnico, cultural, mundial, al amor materno que se despliega a través de las prístinas aguas de los ríos venezolanos. Somos

Virgen de la Coromoto con Niño Jesús Aborigen
hijos de ambos, de ella, la madre sagrada y santa; del guerrero Coromoto, el padre, jefe tribal, coronado sin haber rezado, ni portar la biblia en sus manos. Venimos de Caribes guerreros y de apariciones magistrales de Vírgenes misteriosas. 

Luego…, el encanto de la venus Yaracuyana. La inmensa, la mística, la afrodita criolla, la preciosa María Lionza. Celaje de cunaguaro que espanta y paraliza, ojos verdes de boa que encantan y matan, la fuerza y el aguante primitivo de la Danta, ¡Única en el planeta! Patrimonio de la tierra. Arquetipo existencial de la religiosidad pagana en Venezuela… 

¿Habrá alguna magia más grande que nuestro propio origen Venezolano, pregunto yo…?

Será, por estas disquisiciones y otras más que nos daremos cita en la UCV el Sábado para acercarnos a lo sagrado y lo profano, en sus múltiples manifestaciones. Y como en todo encuentro de comparecencia religiosa, seguramente no nos pondremos de acuerdo, pero como ese no será el propósito, no habrá problema, ya que el verdadero objetivo es el pechugón armónico y fundamentalmente, amoroso entre Venezolanos que encuentran en la religatura sagrada un punto para recobrar el buen vivir y el amor. 



Los esperoooooo mis amigos…




[1] Me refiero en sentido ontológico a una presencia cuya existencia es percibida por el ser humano (sea tangible o intangible).

[i] Escultura en mármol realizado por Miguel Ángel entre los años 1.498 y 1.499. Sus dimensiones son 174 por 195 cm. Se encuentra ubicada en la Basílica de San Pedro del Vaticano, Italia.











3 comentarios:

  1. Feliz día mi querida profesora! Interesantes líneas al poner frente a frente dos escenarios antagónicos y que hoy en día son uno de los temas más debatidos, ciencia vs. religión. Los religiosos, creyentes y/o devotos seguirán defendiendo sus convicciones mientras que los científicos no creerán en lo que hasta ahora no han podido comprobar su existencia.

    Decía Houdini considerado el mejor ilusionista y escapista del mundo que “lo que ven los ojos lo cree la mente”, él jugaba con la mente de sus espectadores haciéndoles creer que lograba grandes hazañas imposibles de superar, y a esta frase le agregaría “lo que no ven los ojos lo que cree el corazón”. Y es que los venezolanos creen con el corazón, estamos llenos de magia y misticismo que aún queda mucho por conocer.

    Finalmente, la magia que tenemos los venezolanos es maravillosa y misteriosa, me invita a pensar que todos queremos creer en algo, incluso a veces como mecanismo de escape ante la situación que vive el mundo y nuestro país, y quizás especulo al decir que “todos” creemos en algo (cualquiera que sea la imagen divina que se venere) pero no me queda la menos duda de que hay un Dios que nos echa una, dos y varias miradas y cuidados tantas veces lo necesitemos.

    Siempre un gustazo leer sus líneas, atentamente…

    Prof. Bhavani Manrique

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  2. Venezuela era mística pero después del comunismo se convirtió en el orinal de los brujos malos venidos desde el Caribe. Debemos cambiar y rescatar a la Virgen de la Coromoto en nuestros Corazones para volver a ser hermanos de verdad

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  3. La magia que tenemos los venezolanos no es como lo muestra la señora del comentario anterior sino poder sobrevivir en Venezuela sin comida, seguridad, ni medicinas

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