domingo, 5 de abril de 2015

La Santería en Aragua,Y que Dios nos agarre confesadossssss

La Santería en Aragua,Y que Dios nos agarre confesadossssss



Neptuno el padre de La Nana Kymbisa
La Nana en la Cesta
Todos sabemos que la Nana Kymbisa, cuyo verdadero nombre quedó en la partida de nacimiento como Mariana de los Ángeles Caridad Kymbisa Blanco, sin más apellido, es de edad y paradero desconocidos. La crónica narra que una noche de tormenta, en la playa arremolinada de la costa de Chuao y con una leva infernal, marineros taciturnos escucharon un llanto de bebé, acompañado del lírico canto de las sirenas. Al arribar a la playa, se percataron que el sonido
desembocaba de una cesta de cañabrava. Al asomarse, los impactó la risa y la alegría de la Nana que al mirarlos con sus ojos de lucero les mostró sus encías desdentadas y se impulsó agarrándolos con sus manitas de ébano. También había unos grilletes mohosos. A lo lejos, una tropa de delfines se despendía de la playa, arremolinando el aire y la espuma del mar con su acrobática danza. Muchos dijeron que la Nana era hija de los delfines por dicho evento. Otros, que nació de las sirenas, razón de sus mágicos poderes. Lo cierto fue que la cesta se entregó en manos de Don Jaime Gregorio José Rugencio Mariño de San Molinas, un capitán mallorquino que fondeaba sus barcos en el pequeño puerto aragueño. Al recibirla en los brazos sintió risas raras y vio ángeles confundidos
con un centenar libélulas blancas. Supo que algo había raro. 

Con rapidez se aprestó hasta los dominios de Nikita, la bruja más grande que haya conocido Aragua, en los últimos tres siglos. Pocos sabemos de ella, pero sigue viva, en la misma cueva del acantilado, hablando con las sirenas y haciendo sus pócimas mágicas. La bruja tomó a la niña en brazos diciendo que era su hija. Todos los acompañantes del capitán Jaime se estremecieron
Nikita: la inefable bruja de los acantilados de Chuao,
Estado Aragua; Venezuela
de risa, menos él. La bruja los miró con desdén y los sentenció a muerte por cínicos burlones. La bruja Nikita era tan blanca como la leche, con ojos de esmeralda que paralizaban al verlos. Estaban llenos de magia y maldad. Esa noche, una nube negra subió al barco del Capitán Jaime matando a todos los marinos que se burlaron de la bruja, menos a él. Así transcurrió el tiempo… 

Doña Lazara Guasare Herrera Herrera
Cuentan que un día la tátara abuela Lazara Guasare Herrera llegó de la “Playita” tomada de la mano de una niña de ébano. Se trataba de Kymbisa. Lazara era santera e inició a la niña en el culto a los Orishas. Al tiempo y por recomendación de Doña Lazara, Kymbisa fue llevada a Nigeria, en África, donde se reencontró con su tribu en Yorubaland. Todos en la familia
pensaron que había concluido su historia en América. Pero a finales del siglo XIX, una morena alta y espigada, vestida con batolón tornasol, gran cantidad de brillantes collares y alto turbante; redobló la aldaba en forma de Maracaya, que inaugura la puerta principal de la vieja casona de Turmero. Era Kymbisa vuelta una señorita. Estaba más bella que nunca. Desde ese día ha cuidado de la familia y se adueñó de la abuela Catalina
Aldaba de la Maracaya de la
Casona de los Guasare en Turmero
Guasare Herrera que acababa de perder a su madre. La crio como a una hija. Dicen que la consintió en exceso y por ello la abuela es como es. 

Kymbisa no es sólamente una prácticamente de la religión Yoruba. Es Orisha. Le hicieron el santo en África, tiene coronado Oshun, la deidad de las aguas dulces, la riqueza y la concepción, por eso ella nunca tuvo hijos. Aparece de la nada, cura con las
Kymbisa con Oshun coronado
manos, predice el futro a la perfección. Dicen que es muy rica por los tesoros que le dejó su tribu. Que es princesa Yoruba pero se enamoró de Venezuela y del Estado Aragua por donde las aguas del mar la hicieron nacer en América. 

Últimamente en Aragua, la Nana vive fúrica con muchos de los charlatanes que desprestigian y destrozan el culto Yoruba, engañando, robando y estafando a la gente necesitada que acude a los añejos oráculos Yorubas en busca del esclarecimiento de sus problemas. La Nana ha sentenciado a varios charlatanes y su paradero no ha sido feliz; llevan una vida triste, en pobreza y
Santeros estafadores y ladrones
tragedia. La Nana dice que ella no puede matar, sólo curar y que el ajusticiamiento viene de Olodumare, el gran Dios. Que los gárrulos hagan lo que hagan, serán castigados. Sostiene que la Santería, como todas las religiones, es estricta en sus ritos y moral; que todos los aprovechadores y estafadores que la usen para mal, lo pagaran inexorablemente caro, tarde o temprano. 

Aterrorizada por el saqueo del cementerio de Turmero y por la cantidad de antisociales que
Gran saqueo en los cementerios de Venezuela
portan collares, sentó a toda la familia Guasare Herrera alrededor de la mesa y nos advirtió que los santeros eran personas serias, humildes y poco habladoras. Que no pertenecían a bandas delincuenciales, no dañaban la naturaleza, no decían malas palabras, ni practicaban brujería, ni magia negra, no
consumían drogas, ni eran borrachos. Que tenían ética, primer fundamento del Orisha. Que respetaban las osamentas de los difuntos ajenos. Que la profanación cementerial acarreaba la furia
La Muerte: Diosa de la Santería
de los dioses. Alegó que los verdaderos santeros estaban entrenados para ser ecologistas, desarrollar la salud, la estricta y correcta conducta, que no traficaban, ni pertenecían a ningún tipo de acción indecente. Que el cobro por su gestión era cosa de la deidad y generalmente solicitaban vegetales y granos. Que el rio, la casa de su madre Oshun, estaba siendo objeto de todo tipo de profanaciones en el Estado Aragua y que una verdadera implosión natural se avecinaba…que se cuidarán por que había guerra por los cielos. Que los collares de santo nunca se mostraban y remató
Chuao el Pueblo que recibió a Kymbisa
con un triste… “Dios los bendiga y los libre de tanto charlatán que hay en Aragua”. 

Todos se miraron en silencio y la abuela, como siempre le repicó: ¿qué va a pasar con nosotros en el Estado Aragua? La Nana, que ya había desplegado los budares y volteaba las arepas expandió un brillo especial en sus ojos, las libélulas blancas entraron por la ventana símbolo de la presencia de Oshun y replicó: 

Shango: Rey Yoruba
“Lo que sabe no se pregunta Catalina” dice el refrán de mi tribu Yoruba; y si ésto sigue como va, todos sabemos el desenlace. La familia se recogió en la penumbra de sus habitaciones y usted queridísimo lector (a), que quizás no cree en los poderes de la Nana y de sus Orishas, sabe bien, tanto como la familia Guasare Herrera y sus deidades, lo que sucederá en el Estado Aragua y en Venezuela. ¡Usted lo sabe! cómo la cosa siga igual…¡Que Dios nos agarre confesaos. 

¡Cabiosile Shango! ¡ Mamáaaaaaaa, Salvameeeeee!






La editora en la magia de Shango Dios del Fuego, según la Nana





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